jueves, 25 de agosto de 2016

La bruja y su reflejo

Se dice que hace mucho tiempo, cuando aún tenía el trono el rey Arturo y se creía secretamente en la magia, existió una bruja que no podía ver su belleza externa tal cual era.

La bruja era conocida por su arrogancia, su avaricia y el placer que le causaba ver que todos los que acudían a ella por algún motivo, los dejaba en mayores problemas que con los que habían llegado.

Era una bruja vanidosa y altanera apenas siendo una adolescente. En una de sus malas obras esta bruja despiadada se atrevió a humillar a una buena mujer por no ser tan hermosa como ella, por ahí pasaba otra hechicera de más edad y sabiduría que al ver que no se llevó ni un poco de misericordia o remordimiento por aquel acto, decidió hacerle un encantamiento maldito para que en vez de ver la belleza que el ojo humano percibe, a su mirada en cualquier espejo se reflejaría la horrible maldad de su alma.


Y así fue, en todas partes que aquella bruja se reflejaba veía una mujer horrible con una mirada desorbitada y una piel manchada, arrugada y descarapelada, además poseía verrugas y caminaba totalmente chueca, su piel estaba tan maltratada que ella sentía que se caía como lepra, aunque todo esto fuese irreal.

Ante tal humillación huyo al bosque en donde construyo una cabaña y vivió en donde construyó una cabaña y vivió sus días en completa soledad y resentimiento contra aquella hechicera que le envió la maldición, vivió amargada y cada persona desafortunada que caía en sus telarañas terminaba desaparecida o muerta, por esa razón el bosque se convirtió en prohibido para cualquier mortal y se cuenta que en la casa de aquella malvada no habían ventanas ni espejos en donde pudiese reflejarse.


Un día alguien llamo a la puerta, y la bruja en su mente se vio a si misma bella y hermosa como siempre debió ser. Al no haber nadie, la malvada se fue caminando hacia el pueblo en busca de la persona que toco su puerta. Llego hasta donde estaba el rio ante el cual se detuvo a sus orillas deseando mirarse luego de muchos años. Al levantarse inevitablemente se reflejó en el agua y decepcionada al ver su mismo reflejo horrible y totalmente desfigurado salió de allí tan rápido como pudo, corriendo y gritando.



La bruja se perdió en el bosque aturdida por la demencia que le ocasiono observar su reflejo, hasta que llego la noche y sorpresivamente se encontró con una manada de lobos hambrientos quienes después de unas mirada desafiantes atacaron a la mujer, descuartizándola por completo antes de devorarla. Así termino aquella hechicera que “jamás pudo volver a mirarse en un espejo, luego de la maldición”

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