Se dice que hace mucho tiempo,
cuando aún tenía el trono el rey Arturo y se creía secretamente en la magia, existió
una bruja que no podía ver su belleza externa tal cual era.
La bruja era conocida por su
arrogancia, su avaricia y el placer que le causaba ver que todos los que acudían
a ella por algún motivo, los dejaba en mayores problemas que con los que habían
llegado.
Era una bruja vanidosa y altanera
apenas siendo una adolescente. En una de sus malas obras esta bruja despiadada
se atrevió a humillar a una buena mujer por no ser tan hermosa como ella, por ahí
pasaba otra hechicera de más edad y sabiduría que al ver que no se llevó ni un
poco de misericordia o remordimiento por aquel acto, decidió hacerle un
encantamiento maldito para que en vez de ver la belleza que el ojo humano
percibe, a su mirada en cualquier espejo se reflejaría la horrible maldad de su
alma.
Y así fue, en todas partes que
aquella bruja se reflejaba veía una mujer horrible con una mirada desorbitada y
una piel manchada, arrugada y descarapelada, además poseía verrugas y caminaba
totalmente chueca, su piel estaba tan maltratada que ella sentía que se caía
como lepra, aunque todo esto fuese irreal.
Ante tal humillación huyo al
bosque en donde construyo una cabaña y vivió en donde construyó una cabaña y vivió
sus días en completa soledad y resentimiento contra aquella hechicera que le envió
la maldición, vivió amargada y cada persona desafortunada que caía en sus
telarañas terminaba desaparecida o muerta, por esa razón el bosque se convirtió
en prohibido para cualquier mortal y se cuenta que en la casa de aquella
malvada no habían ventanas ni espejos en donde pudiese reflejarse.
Un día alguien llamo a la puerta,
y la bruja en su mente se vio a si misma bella y hermosa como siempre debió
ser. Al no haber nadie, la malvada se fue caminando hacia el pueblo en busca de
la persona que toco su puerta. Llego hasta donde estaba el rio ante el cual se
detuvo a sus orillas deseando mirarse luego de muchos años. Al levantarse
inevitablemente se reflejó en el agua y decepcionada al ver su mismo reflejo
horrible y totalmente desfigurado salió de allí tan rápido como pudo, corriendo
y gritando.
La bruja se perdió en el bosque
aturdida por la demencia que le ocasiono observar su reflejo, hasta que llego
la noche y sorpresivamente se encontró con una manada de lobos hambrientos
quienes después de unas mirada desafiantes atacaron a la mujer, descuartizándola
por completo antes de devorarla. Así termino aquella hechicera que “jamás pudo
volver a mirarse en un espejo, luego de la maldición”
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